martes, 19 de octubre de 2010

Indicaciones para una salud vocal

-Tomar mucho líquido. Agua preferentemente. El alcohol seca las mucosas y genera más sed, evitarlo. Tomar agua sin necesidad de tener sed. La sed indica una mínima deshidratación.
-Comer alimentos ricos en Vitamina C: Cítricos. Sobre todo el limón es muy bueno. También el kiwi es una fruta que tiene inmensa cantidad de propiedades. Estimulan el sistema inmunológico.
-No tomar té. El mismo seca las cuerdas vocales. El té caliente cuando duele la garganta es un MITO.
-Evitar comidas picantes y condimentos. Todo lo que favorezca la sed es contraproducente para la salud de las mucosas.
-Descansar entre 7 y 8 horas diarias!!! Las cuerdas vocales son músculos que necesitan reposar luego de una utilización ardua durante todo el día.
-Hablar en un tono de voz siempre suave, sin presionar ni forzar la emisión. Es recomendable si debe elevarse la voz, hacerlo en forma gradual (como un glisando). El hablar muy fuerte supone un ataque duro del sonido, golpe en las cuerdas y en el diafragma, y mala utilización del aire. Lamentablemente la gente no sabe cómo hacer un sonido fuerte sano, lo mejor entonces es no elevar la voz. Evitar los gritos, siempre.
-Respirar en forma suave y relajada. No forzar la respiración. Liberar el aire en lugar de empujarlo. Crear imágenes: estamos hechos de aire, no hay cuerpo, sólo aire que fluye, aire que quiere ingresar, aire que quiere salir. Soltar, liberar. No empujar ni forzar.
-Tomar aire e inmediatamente emitir la voz. No hacer pausas. Retener el aire cierra la laringe y por ende las cuerdas vocales se juntan demasiado y se ponen tan tensas que se necesita una cantidad de aire brusco para separarlas y hacerlas vibras. Resultado: ataque glótico o duro que lesiona las cuerdas vocales. Debemos entrar al sonido como si acariciáramos el mismo, lenta, tersamente. Desde el cerebro es bueno dar la orden de la coordinación de los músculos, imaginar que el sonido es de seda, que debemos tocarlo con cuidado, con elegancia y esmero.
-Si la voz está fatigada, sentimos cansancio al hablar o cantar, voz tragada o trasera, vocalizar en un tono medio y cómodo con m. Percibir las distintas zonas del cuerpo en el que vibra el sonido. Relajar labios al hacer la m, sentir una total liviandad.
-De a poco ir ascendiendo en escalas cortas y luego descender. Si molesta dejar de hacerlo!
-Trabajar la respiración abdominal, costal y sobre todo lumbar. Ponerse las manos en las lumbares y llevar el aire allí. Se puede hacer sentado con el tronco erguido o sino sentado llevando el tronco hacia abajo.
-Hacer un pequeño masaje en torno a la laringe muy despacio. Moverla a un lado y a otro.
-Ejercitar el apoyo en los pies. Flexionar rodillas, aferrarse al piso. Elevar las puntas, aplanar cada dedo del pie en el piso, no vencer el arco, luego apoyar la mayor parte de la superficie del pie. Idem talones. El talón representa la pelvis, el metatarso el diafragma.
-Con piernas flexionadas llevar el torso hacia abajo, dejar pesar las manos. Relajar bien la columna, la cabeza, dejar pesar la mandíbula, aflojar lengua en el interior de la boca. Subir muy despacio, redondeando la columna, la nuca sigue la línea de la columna, la cabeza es lo último que sigue.
-Torsionar el cuerpo a un lado y a otro, con brazos que acompañan el movimiento hacia el lateral, piernas flexionadas. Todo esto favorece la basculación pélvica y la alineación de la columna.
-No llevar nunca la cabeza hacia arriba, ni tampoco pegar el mentón al esternón. En ambos casos se estrecha el canal vocal, se corta el flujo de aire y la laringe se tensa.
-Al despertarse no comenzar inmendiatamente a hablar. Tomarse una pausa de entre 15 y 20 minutos y luego empezar con una suave m.

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