domingo, 20 de febrero de 2011

Clases de canto personalizadas. Individuales o dúos.
Destinadas a todo aquel que quiera conocer su voz y desarrollarla de un modo saludable y dinámico.


  • Reconocimiento de la propia voz. Búsqueda de resonancia.
  • El cuerpo como instrumento de la voz.
  • Relajación conciente. Aplicación de posturas de Yoga.
  • Anatomía de la laringe y las cuerdas vocales. La altura de la voz. Audioperceptiva.
  • Conceptos de registro y extensión vocal. Timbre vocal. Los diferentes resonadores.
  • El ataque vocal y sus modalidades. El ataque correcto en el canto.
  • Respiración: tipos respiratorios. La respiración adecuada en el canto. Respiración nasal y bucal. La importancia del diafragma y el piso pélvico. El apoyo vocal.
  • La colocación de la voz. Vocalizaciones con teclado. Manejo de intervalos musicales.
  • La voz hablada. Articulación y modulación.
  • Nociones de ritmo, armonía, compás, escala. Ensamble de voces.
  • Elección de repertorio nacional e internacional. Manejo de micrófono.

Duración: clase individual 45 minutos dúos 60 minutos

Profesora: Mariana Bartís
• Formación de 15 años en canto popular con las docentes Lili Rossi, Solange Prat, Milagros Crespo, Bárbara Togander y Eleonora Eubel actualmente.
• Formación musical con la compositora y música Carmen Baliero.

Tel: 4775-4298 Villa Crespo Horarios de lunes a viernes

Mail: maribartis@gmail.com
web: www.myspace.com/marianabartis_
www.facebook.com/mariana.bartis

sábado, 23 de octubre de 2010

El arte no tiene errores

Una profesora mía una vez me dijo "en la música no hay errores". Esa idea me quedó impresa como un sello. En la música uno no se equivoca como por ejemplo, al hacer una cuenta. 4X4 es 16 y no hay lugar a la contradicción. Nada de esto ocurre en la música.
La música es darse, brindarse a través del sonido. Es no tener miedo a expresar mediante un lenguaje creado por nuestras manos o nuestra voz, en este caso.
La música es conocerse, es transitarse, es encontrarse. Por supuesto ese proceso será difícil, arduo, trabajoso. Siempre pienso en los niños cuando empiezan a caminar, al principio se caen más veces de las que logran ponerse de pie. Y sin embargo de repente, un día arrancan y hay que seguirlos, porque pareciera que sus pies volaran.
Al final, siempre hay recompensas, como decía Cerati. Y cuando eso ocurre, algo interno se abre como una corola de la flor, y es una sensación inexplicablemente bella.
Canten, no se priven de hacerlo, el canto es estar vivos.
Vivamos.

martes, 19 de octubre de 2010

Indicaciones para una salud vocal

-Tomar mucho líquido. Agua preferentemente. El alcohol seca las mucosas y genera más sed, evitarlo. Tomar agua sin necesidad de tener sed. La sed indica una mínima deshidratación.
-Comer alimentos ricos en Vitamina C: Cítricos. Sobre todo el limón es muy bueno. También el kiwi es una fruta que tiene inmensa cantidad de propiedades. Estimulan el sistema inmunológico.
-No tomar té. El mismo seca las cuerdas vocales. El té caliente cuando duele la garganta es un MITO.
-Evitar comidas picantes y condimentos. Todo lo que favorezca la sed es contraproducente para la salud de las mucosas.
-Descansar entre 7 y 8 horas diarias!!! Las cuerdas vocales son músculos que necesitan reposar luego de una utilización ardua durante todo el día.
-Hablar en un tono de voz siempre suave, sin presionar ni forzar la emisión. Es recomendable si debe elevarse la voz, hacerlo en forma gradual (como un glisando). El hablar muy fuerte supone un ataque duro del sonido, golpe en las cuerdas y en el diafragma, y mala utilización del aire. Lamentablemente la gente no sabe cómo hacer un sonido fuerte sano, lo mejor entonces es no elevar la voz. Evitar los gritos, siempre.
-Respirar en forma suave y relajada. No forzar la respiración. Liberar el aire en lugar de empujarlo. Crear imágenes: estamos hechos de aire, no hay cuerpo, sólo aire que fluye, aire que quiere ingresar, aire que quiere salir. Soltar, liberar. No empujar ni forzar.
-Tomar aire e inmediatamente emitir la voz. No hacer pausas. Retener el aire cierra la laringe y por ende las cuerdas vocales se juntan demasiado y se ponen tan tensas que se necesita una cantidad de aire brusco para separarlas y hacerlas vibras. Resultado: ataque glótico o duro que lesiona las cuerdas vocales. Debemos entrar al sonido como si acariciáramos el mismo, lenta, tersamente. Desde el cerebro es bueno dar la orden de la coordinación de los músculos, imaginar que el sonido es de seda, que debemos tocarlo con cuidado, con elegancia y esmero.
-Si la voz está fatigada, sentimos cansancio al hablar o cantar, voz tragada o trasera, vocalizar en un tono medio y cómodo con m. Percibir las distintas zonas del cuerpo en el que vibra el sonido. Relajar labios al hacer la m, sentir una total liviandad.
-De a poco ir ascendiendo en escalas cortas y luego descender. Si molesta dejar de hacerlo!
-Trabajar la respiración abdominal, costal y sobre todo lumbar. Ponerse las manos en las lumbares y llevar el aire allí. Se puede hacer sentado con el tronco erguido o sino sentado llevando el tronco hacia abajo.
-Hacer un pequeño masaje en torno a la laringe muy despacio. Moverla a un lado y a otro.
-Ejercitar el apoyo en los pies. Flexionar rodillas, aferrarse al piso. Elevar las puntas, aplanar cada dedo del pie en el piso, no vencer el arco, luego apoyar la mayor parte de la superficie del pie. Idem talones. El talón representa la pelvis, el metatarso el diafragma.
-Con piernas flexionadas llevar el torso hacia abajo, dejar pesar las manos. Relajar bien la columna, la cabeza, dejar pesar la mandíbula, aflojar lengua en el interior de la boca. Subir muy despacio, redondeando la columna, la nuca sigue la línea de la columna, la cabeza es lo último que sigue.
-Torsionar el cuerpo a un lado y a otro, con brazos que acompañan el movimiento hacia el lateral, piernas flexionadas. Todo esto favorece la basculación pélvica y la alineación de la columna.
-No llevar nunca la cabeza hacia arriba, ni tampoco pegar el mentón al esternón. En ambos casos se estrecha el canal vocal, se corta el flujo de aire y la laringe se tensa.
-Al despertarse no comenzar inmendiatamente a hablar. Tomarse una pausa de entre 15 y 20 minutos y luego empezar con una suave m.

miércoles, 28 de julio de 2010

Qué es cantar

El cantar tiene una acción terapeútica que tranquiliza los estado anímicos, favoreciendo el bienestar físico y psíquico.
Es conocido el hecho de que cantar o tararear una melodía genera una sensación de liberación, relajación y plenitud. Se abre la caja toráxica, se activan los músculos, se ejercita el sistema nervioso central, se canaliza la tristeza y la angustia, se liberan los chakras, se moviliza la energía.
Al cantar vibramos, somos un instrumento de aire, y nos sentimos vivos. Me gusta la idea de pensar que no cantamos sólo con las cuerdas vocales, o sólo con el diafragma. Cantamos con los pies, con la pelvis, cantamos con los músculos, con los resonadores, cantamos con el alma.
Si sólo nos centramos en nuestra laringe para la emisión del sonido, olvidamos que somos una unidad, un todo integral.
Al cantar estamos brindándonos, entregándonos. Cantar es darse. Y en ese darse aprendemos a conocernos, y a respetarnos.
Ese descubrimiento es único, intransferible y personal. Allí radica la diferencia entre ser un intérprete y ser un artista.
Cantar es ser uno con la música.


lunes, 12 de abril de 2010

Cada voz es única

Generalmente ocurre que al escuchar una canción que nos gusta mucho, solemos intentar copiar la voz de quien la canta, tratando de llegar a la misma tonalidad y nos sentimos frustados si no lo conseguimos.
"¿Por qué no puedo llegar a este agudo?", "me tira la garganta", "a veces puedo y a veces no", "quiero cantar como..."; son algunos pensamientos o comentarios que suelen atravesar nuestra mente.

Me parece imprescindible sostener que la imitación es quizás el mayor error en que podemos incurrir cuando se trata de la música y el arte del canto.
Ninguna voz es igual a otra, como no existirán nunca dos seres idénticos. Cada voz está teñida de nuestras vivencias, nuestro sentir nuestra identidad; está imbuida de la subjetividad de cada ser, único e irrepetible.
Es inútil intentar copiar, imitar las voces de otros cantantes, pues justamente, y allí radica la clave de la cuestión, son otros, con sus devenires, sus historias y, obviamente, su manejo vocal, su caudal, su registro ( por lo cual podemos lastimarnos las cuerdas vocales, debido a las diferencias de tesituras).
La magia del canto radica en hacer de una canción ya conocida, una nueva canción; habitar mediante la voz nuevos espacios, NUESTROS ESPACIOS. Esa es la base de la interpretación, de la expresividad, del estilo.
Tomen un tango por ejemplo "Los mareados"; en una parte dice "esta noche beberemos porque ya no volveremos a vernos más" ¿qué expresa? ¿qué nos trasmite? una despedida, un adiós, el desconsuelo de no verse nunca más, el último trago, la última dicha compartida.
¿Cómo decirlo con la voz de un modo único, nuestro, propio, sin decir lo que tantos dicen?
Allí radicará entonces nuestra identidad vocal; quizás la voz se esconda, se quiebre, mostrando la tristeza; o se escape una risa breve, delatando la ironía de la vida...
Quién sabe...tantos espacios pueden recorrerse tan sólo con 2 cuerdas vocales... Sólo es cuestión de animarse a reencontrarse en esa búsqueda.


2 cuerdas....y un mundo...Singular y único...

Nuestro instrumento: el canto

En nuestro interior hallamos un tesoro infinito, de una riqueza inconmensurable: su majestad, la voz.
A través de sus matices e intensidades podemos acceder a rincones nunca antes transitados, poblados de fuertes emociones. Mediante el canto comunicamos, decimos de otro modo, sentimos.
Pero, fundamentalmente, nos hallamos a nosotros mismos: nuestras penas, alegrías, nuestra esencia, el sentido de quiénes somos, que deseamos, qué queremos.
Cervantes dijo una vez que "quien canta, sus males espanta" y allí radica precisamente el efecto terapeútico del canto: cura el alma, las dolencias físicas se atemperan, nuestra psiquis se distiende, nuestros sueños se cumplen en esas líneas únicas, esas melodías bellísimas; somos libres en esos instantes.
Al cantar, nuestros músculos se activan, la columna vertebral se alinea, la capacidad pulmonar se acrecienta, oxigenamos los órganos, ejercitamos los abdominales, nos hacemos conscientes de nuestro organismo como un todo integral.



Mariana Bartís
Docente en técnica vocal.
Clases personalizadas, individuales y dúos.
maribartis@gmail.com
(011)4775-4298